Todo comienza así. El arquitecto de la controversial estructura lo es Fernando Romero, nada mas y nada menos que el cuñado de Slim. El mismo planteó su idea de monumento minimalista para recrear un nuevo lugar al que ir en México, ¿Y porque no?
La idea de convertir un museo que abarca de el Arte Gótico al Vanguardismo en un nuevo “site” arquitectónico como lo a hecho Ghery en Bilbao, Calatrava en Valencia y Wright en Nueva York no está para nada fuera de proporción de lo que merece México. Sin embargo, debió haber sido una estructura autóctona mexicana en vez de una vulgar copia del funcionamiento del Guggenheim de la capital del mundo. México es un país que se desborda de historia y cultura cargada de arte y diseño que solo surgen en este maravilloso país latinoamericano, pero así es esto, los contactos y el interés privado.
Dejando a un lado su estética y retomando la colección, digamos que no tiene las piezas más representativas de los artistas entre el siglo XIV y siglo XX, pero si logra mostrar las tendencias de cada movimiento y de recoveco en recoveco, se exponen grandes piezas como el Cupido de Rodin donde la sutileza del trabajo logra un velo visualmente transparente.
La colección de Rodin (“el primer moderno”) de Slim supone ser la más importante en el mundo. De Dalí, aunque no se tienen sus acostumbradas obras sobre canvas, el museo tiene una buena colección de su faceta escultural donde sin diferencia se ven marcado el impecable manejo del lenguaje surrealista de Salvador. De Van Gogh, Renoir, Miró y Max Ernst (de quien apenas se tiene una pieza) pues hay sus ejemplares, para nada los mejores, pero los hay, es ahí donde entra el factor de cantidad vs calidad.
La parte prehispánica mexicana del museo se hizo demasiado corta y falta de elementos e historia mientras que era compensado por dinámicas de texturas y colores Siqueiros y Orozco.
El recorrido es gratis y está muy bien, apenas empieza el museo y por eso hay que darle la oportunidad de que agarre forma, pues el dinero, en este caso, es lo de menos.
* El Museo es un espacio muy hermoso , su forma te conduce entre sala y sala, les recomiendo mucho la colección, que vayan con tiempo aproximadamente de dos a tres horas para disfrutarla adecuadamente, son seis pisos de piezas, puedo decir que la que más me impresionó fue una pieza de la pintora Artemisia Gentileschi, que és considerada "la primer mujer pintora"data del siglo XVI (reconocida), me parece que alguna vez ya envié información sobre la artista ( si la requieres de nuevo, envía un correo y con gusto la vuelvo a mandar). Otra pieza que vale la pena admirar es "El cupido" de Rodin es simplemente sublime, y las obras de Dalí son imperdibles, los artistas mexicanos, su trabajo habla por sí solo como el de Siqueiros y Jesús Helguera con su "Amor Indio".
Justo en la parte media del edificio hay una explicación detallada de los estilos y épocas del arte, son muy útiles y nos permiten ver los cambios de los estilos.
No cobran (sería una burla si lo hicieran, pero eso es otra cosa), Les recomiendo que si van en auto, por favor pongan mucha atención donde estacionan su auto, ya que el estacionamiento de la plaza es enorme y muy mal organizado.
Espero que vayan, me platiquen y sobre todo disfruten del recorrido y de la colección del Sr. Slim
Un beso a todos
Elvia
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